miércoles, 7 de noviembre de 2012

viernes, 22 de junio de 2012

Oración 🔥❤️✝️🌍


La Disciplina de la Oración

Para que el discípulo del Señor Jesucristo crezca, es indispensable que desarrolle una vida de relación cercana, profunda y emocionante con su Dios. Un cristiano tiene una vida pública y una vida privada. ¡Lo que pasa en lo secreto es determinante sobre su vida publica! El discípulo del Señor Jesucristo es exactamente eso - uno quien está siendo discipulado; es decir uno quien está siendo enseñado, entrenado y capacitado para ejercitar una vida exitosa y fructífera sobre la tierra. Si vamos a reflejar la gloria de Dios en nuestra vida, tenemos que aprender del Maestro, y el aprendizaje comienza por el estar con El; en Su presencia, a Sus pies, a solas con El, cada día.

La Biblia dice:

“El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del
omnipotente.” (Salmo 91:1)


jueves, 15 de marzo de 2012


La sorpresa del limosnero


Hubo una vez un limosnero que estaba tendido al lado de la calle. Vio a lo lejos venir a el rey con su corona y capa. "Le voy a pedir, de seguro me dará bastante" pensó el limosnero y cuando el rey pasó cerca le dijo: "Su majestad, ¿me podría por favor regalar una moneda? Aunque en su interior pensaba que el rey le iba a dar mucho.
El rey le miró y le dijo: "¿Por qué no me das algo tú? ¿Acaso no soy yo tu rey?" El mendigo no sabían que responder a la pregunta y dijo: "¡Pero su majestad, yo no tengo nada!". El rey respondió: "¡Algo debes de tener, busca!" Entre su asombro y enojo el mendigo buscó entre sus cosas y supo que tenía una naranja, un bollo de pan y unos granos de arroz". Pensó que el pan y la naranja eran mucho para darle, así que en medio de su enojo tomó 5 granos de arroz y se los dio al rey.


Complacido el rey dijo: "¡Ves como si tenías!" Y le dio 5 monedas de oro, una por cada grano de arroz. El mendigo dijo entonces: "Su majestad... creo que acá tengo otras cosas" pero el rey no hizo caso y dijo: "Solamente de lo que me has dado de corazón te puedo yo dar"
Es fácil en esta historia reconocer como el rey representa a Dios, y el mendigo a nosotros. Notemos que el mendigo aún en su pobreza es egoísta y no se desprende de lo que tiene a un cuando su rey se lo pide. A veces, Dios nos llama a hacer algo por su plan de Amor, muchas veces nos pide ser humildes, otra ser sincero o no ser mentirosos. Nos negamos a darle a Dios lo que nos pide, pues creemos que no recibiremos nada a cambio sin pensar en que Dios devuelve 100 veces más.



domingo, 26 de febrero de 2012

¡No te pierdas este mensaje de blog!

¡No te pierdas este mensaje de blog!
El amor en el matrimonio ... 

Dicen los expertos en la materia, que la clave para que un matrimonio funcione está en la buena comunicación y en los altos niveles de tolerancia mutua. 
¿Qué tanto soportas a tu cónyuge? ¿Puedes perdonar fácilmente? De seguro que a esta pregunta contestarás “depende”. Pero sabemos que Cristo nos perdonó incondicionalmente, ¿a caso somos más que Cristo Jesús? 


“De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes”.
Colosenses 3:13.

Para que un matrimonio sea exitoso es necesario que la relación se base en dar y recibir.

Es imprescindible que conozcas cuál es tu nivel de tolerancia y cuál es la capacidad que tienes de dar y recibir, para ello, necesitamos que contestes con sinceridad las siguientes preguntas:

¿Qué tan mezquino de amor eres en tu matrimonio? Puede ser que pienses que te esfuerzas y lo das todo, pero ¿y si estás equivocado?
Primera pregunta para que reflexiones en serio:

Cuando tu pareja necesita un momento de paz, ¿estás dispuesto o dispuesta a guardar silencio?

En verdad, ¿eres una persona que respeta el espacio de tu cónyuge? He visto casos en los que el hombre, por ejemplo, llega cansado del trabajo y encuentra la casa llena de gente o los hijos oyendo música o la televisión demasiado alta. Recuerdo también que a la hora que llegaba mi padre del trabajo, lo esperábamos calladitos y sentados, porque mamá decía: “en diez minutos llega su padre”. Era como que venía el rey de España; todos los días era lo mismo… hasta el día de hoy.

Lo mismo ocurre con la mujer, se pasa todo el día afanando en la casa o en la oficina y cuando llega a casa necesita un merecido respiro.

Tu pareja merece que lo trates con respeto, el se esfuerza por llevar comida a la mesa, no lo trates como si no fuera nada. Si te pide unos minutos de paz y tranquilidad, hazle caso.

¿Eres cortés y amable con tu pareja?

Dice un viejo refrán: “En la confianza es que está el peligro”.
Cuando compartimos con alguien todo el día, por ejemplo, con los hijos y nuestra pareja. Llegamos a un punto donde ni los buenos días nos damos, porque es tanto lo que compartimos y es tanta la confianza que tenemos, que darse los buenos días estaría como de más.

En nuestro matrimonio, muchas veces, olvidamos hasta dar las gracias y pedir las cosas por favor.

Comienza a pedir las cosas por favor, y también empieza a dar las gracias a tu cónyuge; verás como empiezan a tratarse mutuamente con respeto y cariño.

También, considera decirle más a menudo algunos cumplidos a tu pareja. Dile que se ve bien, que hace bien las cosas, que es inteligente, que es único o única…

Cuando tu cónyuge te reclama algo, o te reprocha algo ¿lo aceptas tranquilamente sin protestar?

Cuando alguien me llama la atención, primero analizo si tiene razón. Aunque yo tenga justificaciones, me gusta ponerme en el lugar del otro. Sencillamente pienso ¿qué hice que le ofendí? Es algo que practico desde hace un tiempo y me ha dado muy buenos resultados.

Entiendo que cuando uno tiene la razón es difícil ceder. Comenzamos a gritar y a patalear diciendo lo que para nosotros es justo.

Si la discusión está muy encendida, espera y tómate tu tiempo para que los ánimos se enfríen.

¿Eres capaz de aceptas tranquilamente los reproches de tu pareja?

¿Está dispuesta o dispuesto a dedicarle tiempo a tu pareja, solitos y sin interrupciones?

He visto parejas que no sacan tiempo para ellos mismos. La verdad es que los niños, el trabajo, las responsabilidades, etc. Todo es importante y en la justa medida debemos dedicarle tiempo, pero ¿saca tiempo exclusivo para dedicarlo a su pareja?

¿Cuándo fue la última vez que la invitó a salir a solas: sin los niños, sin los amigos, sin ningún familiar?

Y cuando están a solas, ¿de qué hablan? ¿De problemas? ¿De cosas tristes?

No tienen que gastar dinero para irse a alguna parte a cenar (aunque no está mala la idea) para estar solos, pueden hacerlo en la intimidad de su casa; hasta viendo tele o cenando. Haga de lo ordinario algo extraordinario.

Ese es su tiempo a solas con la persona que ama, sepa cómo aprovecharlo al máximo.

Cuando tu pareja esta saturada y estresada, ¿estás dispuesto/a a tomar un poco de su carga extra?

¿Qué tan cooperador y buena gente eres? Por lo general, cuando tenemos muchas cosas que hacer, decimos que NO inmediatamente. Ni lo pensamos: “lo siento, pero estoy muy ocupada”, “Perdóname, pero tengo mucho trabajo”.
De seguro estas respuestas son muy conocidas para ti.

¿Está dispuesto a aceptar algún encargo extra si su cónyuge está estresado?

En tu matrimonio, ¿qué tanto estás dispuesto a aceptar la crítica?

Esto si que está interesante, a nadie le gusta que lo critiquen, de hecho… han sacado innumerables canciones con temas al respecto. Vivimos en una sociedad donde todos luchamos contra la critica y nos conformamos con decir cosas como: No me importa que me critiquen, a quién le importa lo que yo diga o a quién el importa lo que yo haga, yo soy así y nunca cambiaré…

Son respuestas que utilizamos a la hora de justificar nuestros errores y la otra persona simplemente debe aceptarlo porque YO SOY ASÍ. ¿Te parece justo?

Piensa si eres de las personas que solo ven los errores del cónyuge y tú eres perfecto o perfecta. Si es así, debes analizarte, puede que seas tú el problema.

Nos pasamos la vida en eso, hasta hemos clasificado LA CRITICA en dos grupos: “critica constructiva y critica dañina”. De todas formas, sean estas criticas buenas o malas, en el matrimonio siempre estamos a la defensiva.

Estoy segura, que si alguien hace un comentario debes tomar lo positivo de ello (aunque te lo diga con su segunda intención), pero la critica nos hace ver nuestros puntos débiles y es cuestión de reforzar esa parte que otros ven como “mal” en nosotros. Es cuestión de pasivamente analizar si lo que me están diciendo es correcto y que estoy dispuesto a hacer con ese defecto.

En el matrimonio, ¿Eres espontáneo/a al momento de dar ánimos?

Si tu pareja está pasando por un mal momento, ¿eres capaz de animarlo de forma espontánea? La pura verdad –aunque no te lo diga- es que tu pareja cuenta contigo.

Tú eres su apoyo incondicional, así que aunque no te lo diga, tu cónyuge deposita grandes cantidades de confianza hacia ti.

Cuando tu pareja atraviesa momentos difíciles, siempre espera de ti palabras de consuelo, no de reproches…

¿Confías plenamente en tu cónyuge?

Quizá te has puesto a pensar en ocasiones, que tu cónyuge merece el beneficio de la duda.
Piénsalo, quizá seas mal pensada/o, desconfiada/o; y no le das tregua a tu pareja.

La confianza es la base del matrimonio, debes considerar si tu pareja tiene razones para mentirte o no. Quizá solo exageras y a tu cónyuge debes darle el beneficio de la duda. 


domingo, 12 de febrero de 2012

Dichosos los limpios de corazón,  porque verán a Dios (Mt 5,8).

martes, 3 de enero de 2012

JESUS


Como un buen maestro, demostró gran capacidad para enseñar a través de los acontecimientos más significativos de la vida; se adaptó a los niños, a los jóvenes, a los adultos, a los ancianos, a los enfermos y para cada uno tenía una enseñanza... enseñaba en la vida y para la vida.